
Dispuesta a todo
Se pagó sus estudios en la RESAD cuidando niños, dando clases de francés, lavando coches y vendiendo “de todo”. Y consiguió licenciarse en interpretación y dirección de escena. Pasó por el café-teatro e hizo su primera aparición profesional en ¡Oh, Penélope!, de Gonzalo Torrente Ballester, en 1986. Desde entonces, ha trabajado a las órdenes de grandes directores nacionales e internacionales, como Denis Rafter, Miguel Narros, Guillermo Heras, José Estruch, Julio Escalada, su tío, Jean-Pierre Miquel, y hasta su padre.