
Al otro lado del charco
Su pasión por la interpretación la llevó a Buenos Aires, donde durante dos años estudió con Carlos Gandolfo.
En Argentina también conoció a Juan Carlos Corazza, quien le despertó su vocación por la enseñanza. Y, así, a su regreso a España empezó a compaginar la interpretación con la docencia, impartiendo clases en el Estudio Corazza durante 14 años.